Todos sabemos que el primer paso para financiar una startup es recurrir a las famosas ‘3 efes’: Friends, Family and Fools, es decir, amigos, familia y los coloquialmente llamados locos. Aunque se trata de la fuente más cercana y accesible, esta nunca es suficiente, así que se acaba recurriendo a los business angels independientes, inversores que buscan invertir en startups a cambio de participaciones en el accionariado. Finalmente, aparecen los famosos Venture Capital, fondos de capital riesgo que buscan financiar compañías emergentes con ideas innovadoras y disruptivas que desarrollen un proyecto escalable y que se encuentre en una fase seed o en proceso de crecimiento.

Los Venture Capital ofrecen distintos tipos de financiación según el grado de madurez de la startup en cuestión. Si el proyecto se encuentra en fase seed o semilla, es decir, compañías de nueva creación, los recursos económicos serán reducidos. Básicamente, se invertirá el dinero estimado necesario para desarrollar el producto/servicio, incluyendo el coste de la realización de una validación del funcionamiento del producto o tecnología en el que se basa.

En cambio, las compañías ya existentes en el mercado pero que se encuentran en una fase inicial del proyecto con necesidad de liquidez pueden optar al capital de arranque, destinado a financiar el inicio de la producción y/o distribución del producto/servicio ya definido. Una vez esta compañía ya esté consolidada, podrá acceder a otro tipo de capital, el denominado capital de expansión, para así poder aumentar su capacidad de crecimiento e incluso expansión en otros países.

Además de este tipo de financiación, debemos tener en cuenta que los fondos de capital riesgo no solo invierten en este tipo de compañías emergentes, sino que también, en algunas ocasiones, actúan como socios capitalistas adquiriendo participaciones minoritarias en empresas ya afianzadas en su sector o adquiriendo sociedades a empresarios que desean dar un paso atrás en la cúspide ejecutiva.

Pero si lo que realmente quieres es llamar la atención del Venture Capital, tu startup deberá tener una serie de cualidades que atraigan el interés de los inversores que forman el fondo. Estos inversores valoran por encima de todo, el talento del equipo de trabajo que conforma la compañía, la implicación de estos y el conocimiento en el sector en el que se basa su idea. Todas estas cualidades las evaluarán en las reuniones que mantendrán con el equipo emprendedor antes de decidir si invierten en el proyecto. En estos encuentros entre los representantes del fondo y el representante de la startup interesada, los expertos en Venture Capital apreciarán positivamente que la empresa esté dirigida a un nicho concreto de mercado y que esta tenga la capacidad de crecimiento a corto plazo. Otros aspectos como el dinero que tiene en caja la compañía y la capacidad de subsistir a medio plazo serán también factores a tener en cuenta por el comité de socios del fondo de capital riesgo, que una vez haya valorado todas las métricas, decidirá si finalmente invierte en el proyecto.

Finalmente, queremos informarte de que si tienes una startup y necesitas financiación, no dudes en contactar con nosotros en info@lanzame.es. Nuestros inversores esperan proyectos atractivos para invertir mediante nuestro modelo Pledge Fund, te esperamos.