Para muchos emprendedores, la financiación es un problema constante a lo largo del desarrollo de su proyecto. Para que esto no suceda, debes intentar que tu startup sea escalable. Y es que los business angels desean invertir en startups de este tipo que desarrollen un proyecto empresarial viable en fase seed o proceso de crecimiento. Así que ya sabes, asegúrate de crear una startup escalable y te garantizamos que la financiación será el menor de tus problemas.

Pero, ¿qué significa una startup escalable?

La escalabilidad, en cuanto a compañías emergentes se refiere, es la característica intrínseca de un negocio que posee el potencial de multiplicar los ingresos con los mínimos costes adicionales. Una empresa escalable es aquella que ya ha probado el producto y el modelo de negocio, y que está a punto de expandirse hacia nuevos países y mercados. Un ejemplo claro de sector escalable es el SaaS (Software as a Service), que actualmente ya se ha convertido en una apuesta segura. En nuestra cartera de startups participadas tenemos a 4 que responden a este perfil que ya han cosechado altos índices de ingresos: Cognicor, Beeping, Iristrace y U!Dance. En cambio, sectores como el de servicios, no llaman la atención de los inversores, ya que deben llevarse a cabo por expertos y conseguir personal altamente calificado es muy costoso.

Una vez explicado el término escalable, ¿cómo hacer que mi startup lo sea?

Pues bien, para empezar, a los inversores les atraen las ideas que hayan pasado por una investigación de mercado llevada a cabo por expertos externos, pues de este modo pueden tener una prueba palpable de que ese negocio podría llegar a ser rentable en poco tiempo. De este modo, se recomienda que el plan de negocio se base en altos márgenes (más del 50%), bajo soporte y el mínimo personal laboral.

El benchmarking se debe convertir en algo tan rutinario como lavarse la cara cuando te levantas por la mañana. Debes observar y analizar a la competencia, tanto directa como indirecta. De este modo, lograrás valorar tu modelo de negocio, ser consciente de sus fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas del entorno. En resumen, recabarás información muy necesaria antes de solicitar financiación a los inversores.

Además, también da puntos el demostrar que tu startup ya cuenta con poder de contratación, que tienes un equipo consolidado en el que delegas las tareas y que eres capaz de liderar desde dentro, pero también desde fuera del despacho. Si tienes todo esto y además eres capaz de seguir contratando conforme la empresa se vaya expandiendo, demostrarás a los inversores que estás más que preparado para escalar.

Relacionado con el anterior, se recomienda externalizar aquellos servicios que no figuren dentro de la estrategia de tu startup para así poder optimizar recursos. Es decir, todo lo que forme parte de tu competencia básica, déjalo dentro de la empresa, pero para todos aquellos servicios que no se puedan atribuir directamente a tu actividad, recurre al outsourcing, será un alivio.

El Inbound marketing, ese concepto que está tan de moda pero que todavía no sabes muy bien de qué se trata, se convertirá en tu mayor aliado para llegar a tu público. Que los familiares y amigos hablen bien de ti hace mucha ilusión, te sientes reconfortado y te aparece una sonrisilla en la cara pero si lo que quieres es conseguir ingresos reales, debes recurrir a herramientas de marketing: promociónate en redes sociales, blogs sobre tu temática, establece relaciones con líderes de opinión de tu sector y no lo olvides, monitorea y escucha a tu cliente para aportarle lo que él necesita.

Una vez la empresa está dando beneficios, no te conformes con el crecimiento orgánico surgido de reinvertirlos en la propia empresa. Ve más allá, sé ambicioso y dáte a conocer en los círculos de inversores, eso te permitirá conseguir el crecimiento deseado aunque eso suponga ceder parte del control de la startup que tanto te ha costado crear.

En definitiva, si tu startup reúne la mayor parte de estas cualidades, no te preocupes porque seguramente la financiación te va a caer del cielo. Eso sí, asegúrate que aunque tu idea no ofrezca una solución única, esta se perciba como innovadora y potente, con un equipo de trabajo con capacidad y talento para ir avanzando y mejorando constantemente esa idea, y con un profundo conocimiento del sector del negocio a desarrollar. Esta es, sin duda, la mejor ventaja competitiva que puede tener tu startup.

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Fuente: Territorio Pyme.