Es bien sabido que el talento en el equipo de una startup es uno de los intangibles más importantes que hay. En el post en el que explicábamos cómo llamar la atención del venture capital para conseguir financiación, hacíamos hincapié en las cualidades que debía tener el equipo de personas que conforman una compañía. En el post de hoy os aconsejamos para que consigáis tener al mejor equipo, ese que hará que todos los inversores, ya sean business angels independientes o los fondos de capital riesgo más importantes, deseen invertir en tu startup.

Y es que muchas veces, los emprendedores se ofuscan buscando capital para financiar su proyecto y creen que la parte económica es la más importante para que su idea crezca y se convierta en algo rentable. Pero la realidad es que lo que realmente hará que la startup despegue y empiece a crear beneficios es un equipo formado, con un profundo conocimiento del sector en el que trabaja y con una implicación sin fecha de caducidad.

Las startups surgen como compañías emergentes que solucionan o satisfacen necesidades, de modo que tener un equipo profesional que se exija a sí mismo el 100% cada día no es una opción, sino un must. Este activo es el que verdaderamente hará prosperar a tu compañía y se convertirá en tu aliado más preciado, pues tendrá el poder de convencer a los inversores sobre la viabilidad del proyecto que tienes entre manos.

Crea un ambiente que favorezca la creación

La startup debe erigirse como el centro de creación y de estimulación del equipo. Con un buen ambiente, donde la comunicación fluya en todos los sentidos, y el desarrollo profesional sea algo esencial en la política empresarial, los socios y colaboradores se sentirán cómodos y por ende, la creatividad se verá favorecida. Confía, delega y dota de habilidades a aquellos en los que captes dotes de liderazgo y superación y no te olvides de cultivar la colaboración y sinergias entre equipos, consiguiendo así que todos se involucren en los proyectos e iniciativas de la compañía.

La palabra comunicación se convierte en recurrente en cualquier movimiento que vayas a realizar. Debes escuchar la opinión de tus empleados, así como preocuparte por su satisfacción y anhelos. Además, es fundamental que los informes sobre las novedades. que les hagas cómplices de todo, tanto de las dificultades (que de bien seguro surgirán en algún momento) como de los éxitos que vayáis alcanzando durante el camino. El equipo debe sentirse parte de algo, y qué mejor que sentirse parte de una empresa en la que creen en ti.

El talento no es suficiente, invierte en el equipo

Está claro que intentarás contratar a trabajadores competentes, con numerosos logros alcanzados en trabajos anteriores y por unos estudios en universidades de prestigio. Pero cuidado, no te conformes con fichar los mejores según un CV impoluto, ficha a aquellos que pueden encajar mejor en la filosofía y cultura de la empresa y quien pueda alcanzar de forma más óptima los objetivos fijados.
Además, debes tener en cuenta que aunque la formación de tus empleados es algo esencial, es también necesario invertir en activos (sobre todo en formación) para que estos mejoren día a día y no se estanquen en un entorno cambiante y cada vez más competitivo. Y es que tu startup debe ofrecer a tus empleados algo más que una recompensa monetaria al final de cada mes. Este es el único método para que el equipo, a su vez, dé su máximo cada día y trabaje por y para la empresa.
No olvides que aprendizaje, adaptabilidad y capacidad de reacción muchas veces marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso, la excelencia y la mediocridad.

Huye de aquellos que no aportan

Evita los apáticos, a esos conocidos coloquialmente como los zombies de la oficina, que dedican muchas horas pero nunca obtienen resultados. Está claro que no siempre pasamos por buenas rachas y que todos tenemos malas épocas en las que nada sale como deseamos pero nos referimos a ese tipo de personas que des del minuto uno, miran el reloj constantemente esperando la hora para salir por la puerta de la oficina. Esos serán los mismos que a la hora de actuar y tomar decisiones, se mantendrán al margen, evitando así cualquier implicación que suponga hacer algo más de lo justo. Una empresa como una startup se caracteriza por una mentalidad innovadora que persigue resultados, y en este tipo de compañía no cabe lugar para la mediocridad y la ley del mínimo esfuerzo.

También debes evitar la creación de rumores. Sabemos que es imposible conseguir que no haya ni un rumor de vez en cuando pero si esto se convierte en la tónica, debes tomar medidas e indagar cómo se forman este tipo de chismes que tan solo consiguen preocupar a los empleados y afectarles en su rendimiento. Además, también es una señal de que algo está fallando en la comunicación vertical, pues los rumores ocupan el lugar que debería ocupar la información oficial de la organización. Toma medidas y aprende de lo ocurrido.

Por último, valora a todo el equipo y toma decisiones si hay alguien que no encaja en la compañía. Saber prescindir que quien no vale puede resultar crítico e incómodo pero puede ser peor si dejas que ese empleado siga afectando a tu empresa y al resto del equipo.

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