Cuando una persona emprende o quiere poner en marcha un nuevo proyecto, lo habitual es que realice previamente un estudio de viabilidad del proyecto, que analice su competencia, que investigue quien podría ser su cliente y así un sinfín de variables que le permitirán hacerse una foto bastante realista de lo que podría encontrarse una vez puesto en marcha el proyecto.
Lógicamente en el camino aparecerán un buen número de problemas que le obligarán a tener cintura y rapidez para superarlos. Si ha hecho muy bien los deberes, en su puesta en marcha podrá haber previsto una serie de contingencias y, en consecuencia, tener preparado un plan de actuación llegado el momento.
Y en estos pasos que uno va dando, la entrada de capital puede ser un muy buen aliado. Unos querrán capital para poder empezar a andar. Otros para fases de crecimiento, expansión, internacionalización u otros.
Para ello, el emprendedor se pondrá en contacto, según la cantidad de capital que precise, con los agentes facilitadores de este capital. Y es aquí donde un emprendedor puede darse de bruces con la realidad.
Y es que a pesar de que todos creemos que nuestra empresa es la mejor, es evidente que esto no es así.
Cuando uno va a pedir capital para su startup, debe estar dispuesto a que le digan que no, porque esto será en un 90% de los casos. El dinero es finito y hay que invertirlo de forma coherente. Ni todos los proyectos son buenos, ni todos los proyectos que lo son recibirán inyecciones de capital.
¿Que hace a un inversor descartar mi proyecto?
Muchos son los motivos por los cuáles los inversores descartamos proyectos. Vamos a intentar detallar brevemente algunos de ellos:
- Singularidad del negocio: Una frutería es un negocio. Un quiosco también es un negocio. Y una peluquería, también. En general quienes invierten en este tipo de negocios suelen ser los propios emprendedores y circulos cercanos… a no ser que estemos hablando de un negocio que cumpla otros criterios que los hacen interesantes: modelo de negocio, expansión, etc…
- Sector: Los inversores solemos tener sectores que nos gustan más y que suele coincidir con nuestra experiencia. Si no conocemos el sector, dificilmente podremos evaluar correctamente el negocio al carecer de mucha información intriseco al mismo.
- Equipo fundador: Si el equipo fundador no cumple con una serie de requisitos, implicación, conocimiento, multidisciplinar, colaborativo, etc… da igual que vayas a poner en marcha el propio Facebook. No será sencillo conseguir ese capital.
- Escalabilidad: Crecer sin necesidad de sobre dimensionar la estructura
- Tracción: Crecer de forma rápida. No nos da miedo que te endeudes (hasta cierto límite) si esto permite que el negocio coja tracción. Facebook, Wallapop, Uber… son negocios que tuvieron que endeudarse para poder crecer.
- Inversión: Hay inversores para todos los colores.Desde los que están dispuestos a invertir 10.000 € hasta los 1.000 millones. La inversión vendrá si el destino de la misma está correctamenrte justificado. Los inversores no están para que el emprendedor se pueda comprar su coche ni subir su sueldo. Su dinero está para producir.
- Valoración: Probablemente sea el primer factor que, una vez decidido que se quiere invertir, tire al traste cualquier negociación. Una alta valoración de tu startup puede ser tu perdición.
- Éxit: Responder a la pregunta de cuando el inversor podrá salir, es un escollo que hay que resolver. Si el emprendedor no está dispuesto a vender su empresa para facilitar el éxit de su socio capitalista, tenemos un problema.
Si consideras que tu negocio supera todos los escollos descritos con anterioridad, ¡felicidades! tu proyecto es susceptible de ser invertido. Puedes conseguir más información sobre nuestro proceso de inversión en Startups del Pledge Fund aquí.