Es muy habitual que los «nuevos emprendedores» tengan ideas «nuevas» que creen que van a cambiar el mundo. Cada uno de estos emprendedores en potencia, asegura que su idea de negocio es única y que nunca se ha hecho antes. Pero a menudo, haciendo una simple búsqueda rápida en Internet, nos damos cuenta que no sólo no hay una empresa similar, sino que a veces incluso existen bastantes Startups que ya ofrecen lo mismo.
¿El fallo? Que en su entusiasmo o con la esperanza de que nuestra Startup es única y rompedora, no se hicieron las investigaciones pertinentes y, curiosamente, muchas personas están dispuestas a invertir dinero en el desarrollo de un producto antes de dedicar sólo 15 minutos a investigar si ya existe o no.
A menudo, los emprendedores asumen que su idea del negocio es original porque no lo han visto en el mercado. Pero eso no significa que no exista en algún otro lugar del mundo… o del própio país. Es curioso pero algunos emprendedores no hacen este estudio porque no quieren conocer las malas noticias. Es la técnica del avestruz. Escondo la cabeza y ya no me ven. No busco, y ya no existe. Soy único. Su convicción se vuelve más importante que la propia realidad.
Pero para estar seguros de que estamos frente a una oportunidad real, hay que ser consciente de lo que ya está hecho, de lo que ya está en el mercado. No siempre será una mala noticia, pero que podría serlo y, cuanto antes lo sepa, más posibilidades tienes de reenfocar el negocio o incluso mejorar lo que ya existe
Lo primero que debes hacer cuando se obtiene una idea de negocio, y antes de invertir tiempo y dinero, es realizar una investigación exhaustiva. Os dejamos algunos consejos sobre cómo hacer la investigación adecuada para una nueva idea de negocio:
1. Buscar a fondo en Internet.
Busca tu propuesta de negocio o negocios similares en el mercado o en forma de concepto. Esto es definitivamente el primer paso que hay que dar, y el más importante, en el proceso de puesta en marcha del negocio. Necesitas saber lo que ya está ahí fuera. A menudo, los hallazgos más importantes se hacen después de dedicar muchas horas en la investigación. No se puede probar que algo no existe, pero lo que puedes hacer es buscar persistentemente hasta que agotar todas las vías.
2. Busque para comprobar si la idea existe.
El sesgo de confirmación es cuando se quiere una respuesta en particular, pero inconscientemente dirigimos la investigación para obtener los resultados que deseamos. Esto es como hacer trampas al solitario. Cuando algunos hacen la búsqueda de su competencia, a veces, si no encuentran su idea en la primera página, llegan a la conclusión de que ya han demostrado que su idea es nueva. Y por lo general, están equivocados.
Un ejercicio muy útil es que, en lugar de demostrar que no existe, hay que tratar de demostrar que si existe. Para ello es muy útil las búsquedas que se hacen en Google. Hay que cambiar los términos de búsqueda, hay que preguntar a nuestros cercanos cómo definirían nuestra idea de negocio. Preguntar, buscar, si existe o conocen algo similar. Ni que se parezca lo más mínimo.
Si finalmente no encontráis nada por el estilo, habréis dado con una idea única.
3. Visita las tiendas «brick-and-mortar» (tiendas físicas).
Si queremos desarrollar un producto, más que un servicio, es visitar las tiendas que venden productos similares y pueden verse en las estanterías. Ir a más tiendas. Mirar cuidadosamente e impulsivamente en todas las tiendas que se pueda. Esto puede parecer obvio, pero a menudo no se suele hacer.
4. Busca en la base de datos de patentes.
En España existe la web de OEPM que funciona similar a un motor de búsqueda normal. Hay que dedicar un buen rato a buscar a través de la base de datos de patentes como con la búsqueda en general. Hay que aprender cómo interpretar las patentes y pasar unas cuantas horas aprendiendo los entresijos de las patentes y su lenguaje. El hecho de que un producto no está en el mercado no significa que no está patentado. Una patente puede frenar nuestro desarrollo. No estamos hablando de nimiedades.
5. Contrata a un profesional.
Después de llevar a cabo nuestra investigación, y para ahorrar dinero, es habitual utilizar profesionales que nos ayuden en la parte donde nosotros no llegamos. Abogados, economistas, marketing… profesionales que nos ayudarán a analizar los mercados donde queremos escalar, los costes, los temas que hay que resolver, cómo debemos comunicar nuestra nueva Startup etc… Si hemos llegado a esta fase, es buena señal. Y recordad que si queréis saltar a otro país, la casa se empieza por abajo, no por el tejado.
Puede ser muy costoso y puede que requiera mucho tiempo poner en marcha una nueva Startup. Pero hacer de la investigación su prioridad, para asegurarse de que está invirtiendo en una oportunidad real, es más rentable que lanzarse a lo loco. Recuerda que ahorrarás una suma muy importante de dinero, además de tiempo, en lanzar una idea que estaba condenada a fracasar.
En Lánzame invertimos en ideas que no existen. Si quieres recibir más información sobre cómo funciona nuestro sistema de inversiones en Startups Pledge Fund, pídenos información sin compromiso enviándonos un email a info@lanzame.es o accediendo al formulario de contacto.