Decía Henry Ford, el legendario empresario de automóviles y fundador de la Ford, que los errores son en realidad, son nuevas oportunidades. «El fracaso es sólo la oportunidad de comenzar de nuevo, sólo que esta vez con más experiencia.»
Y una de las envidias que tenemos los europeos es que, mientras en Estados Unidos está «bien valorado» que un emprendedor haya fracasado, en Europa esto es un estigma con el que muchos emprendedores deben aprender a convivir.
Mientras que los empresarios invierten muchos esfuerzos para evitar el fracaso, a veces, las lecciones que se aprenden de esos pasos en falso puede ser muy importantes. Y no estamos abogando para que los empresarios busquen el fracaso con ahínco.
Todo lo contrario. Pero cuando estos se producen, a través de ellas, podemos conseguir mayores experiencias, ser más sabios, más fuertes y en definitiva conseguir ser más rentables.
Aquí están cinco errores comunes que se cometen en los incios, y sus lecciones que pueden ayudarte a futuro:
Cazar a la menor oportunidad
Perseguir los beneficios y construir un modelo de negocio rentable a largo plazo, son dos cosas diferentes. Los empresarios, pero también los emprendedores, suelen tener un instinto para oler oportunidades, pero ese mismo instinto asesino puede convertirse rápidamente en debilidad cuando se convierte en una distracción de los principales objetivos.
Generalmente al principio de todo negocio, no solemos mirar ni analizar la rentabilidad por cliente, y eso hace que perdamos el focus en aquello que realmente generará valor y rentabilidad a nuestra empresa. Establece límites para algunos trabajos y rechaza aquellos clientes que sabes que generarán poco ingreso y si mucho trabajo. Todo el tiempo que le dediques a el, será tiempo que no dedicarás a encontrar tu cliente estrella.
No incrementar ingreso por cliente.
Es más fácil vender nuevos productos o servicios a tus actuales clientes, que conseguir uno nuevo. Entonces, ¿qué estás haciendo para maximizar esto?
Esto no significa que debes dejar tu parte de captación comercial, pero sí significa que debes poner en marcha un plan para aumentar su valor total del cliente (TCV – Total Costumer Value).
El dinero real en cualquier negocio es en las ventas de productos o servicios complementarios. Pero esto significa que necesitas crear productos adicionales, y tener una estrategia para venderlos. Tu objetivo debe ser convertir prospeciones en clientes, y luego los clientes en CLIENTES. Pero sin aumentar el TCV, esto no va a suceder.
Ninguna estrategia de salida.
Tener clara la idea que algún dia el emprendedor deberá dar un paso al lado y dejar la gestión y liderazgo de la misma a un tercero, demuestra a los potenciales inversores que están invirtiendo en un modelo de negocio y no sólo en un emprendedor que quiere ser empresario.
Muchas startups terminan por estar lideradas por personas que nada tuvieron que ver en su fundación: Google estuvo liderada en su día por Eric Schmidt. Yahoo ahora está liderada por Marissa Mayer. Tuenti por Sebas Muriel. Ninguno de ellos fundó la Startup. Sus fundadores supieron en su momento, ceder el paso a otras personas que aportaron sabia y experiencia nueva. Y estarás de acuerdo con nosotros que no les ha ido nada mal. Si, a Tuenti tampoco (piensa en lo que pagó telefónica, no lo que es ahora 🙂
Valida tus hipótesis.
Un emprendedor siempre viene con una idea bajo el brazo.Ya se sabe que el papel, lo aguanta todo.
Desafortunadamente, a la cruda realidad muchos se han enfrentado después de invertir, y perder, sus ahorros.
Normalmente con unos pocos euros, se puede probar un producto o servicio – no miles de euros e incontables noches de insomnio. Pon a prueba todas tus suposiciones sobre el papel primero, conocer sus costos, el factor de lo inesperado y luego decide si aún vale la pena probar. Sólo después de haber completado estos pasos, deberás considerar seguir adelante con una nueva empresa.
Quemando las naves.
Es probable que uno sea capaz de llevar todo a cabo. El sólo. Y quizás nunca haya experimentado el agotamiento. Los super emprendedores, por desgracia, no existen.
Rodéate de los mejores. Apóyate en ellos, píde ayuda! Delegar o subcontratar ciertas tareas y haz un seguimiento de los resultados.
Muchos de estos errores son cometidos una y otra vez por los emprendedores. Caer o evitar caer en ellos, está en tus manos.